EL PISITO DE ROUCO VARELA.

El expresidente de la Conferencia Episcopal Antonio María Rouco Varela anda estos días de cabeza, ya que se nos muda de su residencia en el palacio arzobispal de Madrid. Todos sabemos el trajín que supone una mudanza, y según fuentes bien informadas al bueno de Rouco lo tenemos a base de Ibuprofeno para calmar el dolor de riñones; “empaquetar y cargar enseres es tarea dura”. “En la foto de portaba se observa claramente la cara de sufrimiento por el follón de la mudanza”.   El cardenal va a dar todo un ejemplo de humildad, sencillez y sobre todo de austeridad muy acorde con los tiempos que corren. En resumidas cuentas este prelado es el espejo en el que se debe reflejar todo buen cristiano ostentoso de riqueza y poder. Rouco Varela se marcha a vivir a un piso de la zona más cara de Madrid, en pleno centro en concreto en la calle Bailén muy cerca de la catedral de la Almudena. El pisito de Rouco tiene cuatrocientos metros cuadrados, y está dividido en dos plantas. Cada planta cuenta con dos viviendas, seis habitaciones, y cuatro cuartos de baño y una terraza con imponentes vistas. Además la habitación principal tiene baño incorporado y vestidor, así si le da un apretón no tiene que correr mucho en busca de los otros retretes.  El pisito es muy coqueto y acogedor y para ser soltero y sin compromiso, ya que los niños lo marearán poco, yo creo que Rouco Varela se sentirá bastante cómodo y tranquilo. Aunque también hay que decir, que creo que la vivienda la compartirá con otros sacerdotes, y quién sabe lo mismo hasta dan cobijo a algún indigente. Yo no digo que un cardenal se vaya a vivir a un barrio marginal de Madrid, pero con las miles y miles de personas que hay pasando penurias y necesidad, esto del cardenal me parece hasta inmoral,  y con una casa más  modesta también pasaba el resto de sus días.  Pero en fin la vida da muchas vueltas y lo mismo a Rouco Varela le cortan el agua y la luz por no tener dinero para pagar los recibos, o mucho peor un día nos enteramos que la policía ha ido a desalojarlo porra en mano por no poder hacer frente a la hipoteca, y ya tenemos otro desahuciado y otra tragedia más que contar.