ERRE
QUE ERRE.
No está claramente averiguado el
origen de este modismo, con el que se expresa la actitud porfiada y tenaz de
cualquiera en la ejecución de algún empeño. Por lo común, se cree, sin embargo,
que proviene de la dificultad con que a menudo tropiezan los niños y, muy
especialmente, los extranjeros para pronunciar correctamente el sonido canino
de la R castellana. Dado que ello se consigue mediante un ejercicio fonético
tenaz y perseverante, parece presumible que el dicho estar erre que erre
provenga, por analogía, de la citada dificultad.
¡A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES!
Instituida durante la Edad Media
y reformada después por los Reyes Católicos, la llamada Santa Hermandad era el cuerpo de policía rural encargado de
perseguir y juzgar a los malhechores comunes. Sus miembros los cuadrilleros vestían un uniforme
caracterizado por el color verde de las mangas. Y si bien es cierto que, en sus
comienzos, ese cuerpo armado prestó destacados servicios en la represión de la
delincuencia, no lo es menos que, andando el tiempo, se relajó su disciplina,
viniendo a perder el prestigio de que gozaba. Tanto que, entre la suma de
descréditos acumulados, llegó a ser fama que los cuadrilleros, o “mangas verdes”, como se les llamaba también,
jamás comparecían a tiempo donde eran requeridos, extremo que hizo proverbial
el modismo ¡A buenas horas mangas
verdes!, aplicado hoy, por analogía, a cualquier remedio o auxilio que
llega fuera de tiempo y, por tanto, inútilmente.
ANDAR AL RETORTERO.
Tortera era la rodaja que las hilanderas acomodaban en el remate
del huso, de manera que girase con éste para retorcer la hebra. De ahí que retortero, por derivación, significase
vuelta alrededor, si bien este
término vino a usarse de modo adverbial, esto es, al retortero. Así nació el modismo andar, o traer al retortero, para designar la actitud de quien se
mueve desasosegadamente, solicitado por múltiples ocupaciones, a menudo
engañosas y estériles.
EL TIEMPO DE LAS VACAS GORDAS.
Refiere la Biblia que una vez el
faraón tuvo un sueño tan singular como inquietante: vio cómo siete vacas gordas
eran devoradas por otras tantas flacas. Desasosegado por aquella visión,
convocó a los adivinos y agoreros más renombrados del país, pero ninguno de
ellos acertó a dar satisfactoria interpretación de la pesadilla. En vista de lo
cual, hizo que compareciese José, hijo de Jacob y de Raquel, que se hallaba en
prisión, y éste explicó que las siete vacas gordas simbolizaban a los siete
próximos años, que serían de abundancia, en tanto que las siete vacas flacas,
la escasez y penuria que seguiría durante otros siete. En este pasaje está
inspirada la gráfica frase tiempo de las
vacas gordas, con la que se alude de ordinario a cualquier periodo por lo
regular, breve de prosperidad material.
EMPINAR EL CODO.
El acto de beber, ya sea con
vaso, ya con porrón o bota, impone, lógicamente, la necesidad de levantar el
codo hasta un determinado nivel. De este simple hecho procede la locución peyorativa
empinar el codo, o lo que es lo
mismo, aupar, alzar el codo al máximo, de tal manera que la bebida se precipite
en la boca con mayor facilidad. De ahí que
empinar el codo ha venido a significar metafóricamente tomar, en gran
cantidad, cualquier clase de bebida alcohólica. En otras palabras: ser un
borracho.
ATAR LOS PERROS CON LONGANIZA.
A principios del siglo XIX, vivía
en el pueblo salmantino de Candelario un acreditado fabricante de embutidos,
llamado Constantino Rico, alias El Tío
Rico, el choricero, cuya estampa inmortalizaba Bayeu en un famoso tapiz
existente en el Palacio de El Pardo. El tal Rico tenía establecido el obrador
en los bajos de su casa, al cuidado de numerosas obreras. Un día, una de éstas,
apremiada por las circunstancias, tuvo la peregrina ocurrencia de atar a la
pata de un banco, con una ristra de longanizas, a un perrillo faldero que
correteaba por el taller. A poco entró un muchacho, hijo de otra operaria;
contempló con estupor al gozque y su atadura y, una vez en la calle, le faltó
tiempo para difundir la noticia de que en casa del Tío Rico se ataban los perros con longaniza. La expresión, ni que
decir tiene, hizo fortuna y, desde entonces, empezó a utilizarse como hipérbole
irónica de opulencia y derroche.
Con Rafa aprendes y te diviertes... :)
ResponderEliminarMe ha gustado esta entrada, me gusta saber cosas nuevas y no sabia el significado de ninguno aunque el de empinar el codo me lo suponía... jejeje...
Besines...
Me encanta saber de esto, gracias Rafa, un abrazo!
ResponderEliminarTodas esas frases son muy conocidas por mí, pero he aprendido mucho al saber el significado. Estamos hartos de decirlas por que las decían nuestras madres, y terminamos diciéndolas nosotros, es un bello aprendizaje, lleno de un recuerdo dulce y lejano. Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarTodas esas frases son muy conocidas por mí, pero he aprendido mucho al saber el significado. Estamos hartos de decirlas por que las decían nuestras madres, y terminamos diciéndolas nosotros, es un bello aprendizaje, lleno de un recuerdo dulce y lejano. Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarInteresante texto sobre dichos famosos. Aunque yo, de las 6 expuestas aquí, solo reconozco 3 :(
ResponderEliminarjajajajajaj...
Así que hoy he aprendido algo más con este post.
Gracias Rafa por compartir.
Besitos de luz
Conocía la de las mangas verdes y la de las vacar gordas,gracias por la explicación del resto.
ResponderEliminarLo de andar al retortero lo decía mucho mi abuela paterna,me la has recordado.
Besos.
Gracias,muy bueno,abrazos.
ResponderEliminarMuy buena entrada Rafa...
ResponderEliminarNunca te acostarás sin aprender una cosa más... y aquí siempre nos cuentas curiosidades...
Un beso
Cultura de los pueblos.
ResponderEliminarEs una gozada leerte.
No todas las conocía así que he aprendido hoy contigo, un abrazo.
ResponderEliminarNo te acostarás sin saber una cosa (o varias) más. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafa.
Lo de "andar al retortero" no lo sabia y me ha encantado !!
ResponderEliminar¡Que bárbaro !!! Eres toda una enciclopedia.
ResponderEliminarBesos Rafa.
salvo el tercero .. que ni me suena ... el resto los conozco los utilizo y sabia el origen
ResponderEliminarmi abuelo era muy refranero como buen castellano jajaja
un beso
Rafa, seguro que Don Quijote allá por la estratosfera, está espoleando a su Rocinante y criticando a Sancho, porque tú has reventado la esclusiva que ellos tenían con Tele 5, para hablar de sus dichos, dimes y diretes y ni siquiera pueden hacer un poli de lux, porque ya te has adelantado tú.
ResponderEliminarUn abrazo con alas de alegría.
Ángeles.
Rafa el tercero y el último en mi vida no lo había oído uufff ajajjaja, gracias !!! por compartir besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarmuy interesante Rafa, gracias.
ResponderEliminarfaltó el de la vista nublada.....pa'la otra, eh?
jeje =))))
Fíjate tu, ya en aquellos tiempos existian las "vacas locas" porque muy cuerdas no estarían cuando se empezaron a jalar unas a otras... :)
ResponderEliminarSalud y abrazo
Me hacen mucha gracias los dichos y refranes populares, un abrazo desde Chile!!
ResponderEliminarLo que aprendemos, gracias.
ResponderEliminarBesos, feliz día
Hola Rafa... Estoy pensando que seria buena idea publicar un libro con el origen de los "dichos" los hay de muy buenos, que los conocemos popularmente, pero no sabemos su origen...
ResponderEliminarClaro que seguro que ya existirán, pero es interesante...
El ultimo es muy bueno... lo que no explica es si el perro se comió las longanizas...
Un abrazo...
Está muy bien saber el origen de los dichos.
ResponderEliminarBesos.
Conocía dos solamente, pero me pareció buenísima la de atar al perro con longanizas. Es muy interesante conocer el origen de dichos que se repiten tan a menudo.
ResponderEliminarTengo ciertos problemas para resolver y en los próximos días voy a estar ausente del mundo bloguero.
Besos, Rafa.
algunos se heredaron de los conquistadores hasta nuestros días y otros simplemente se fueron adaptando a los modos y costumbres de las gentes de este lado del mapa jejeje
ResponderEliminarel lenguaje es elemento vivo y mutante sin duda
abrazos gorditos
Gracias por incrementar saberes en mi cacumen
ResponderEliminarAbrazos
Soy una enamorada de los modismos, las raíces de cada pueblo, no se deben de perder, si no se utilizan, por lo menos recordarlas...
ResponderEliminar¡Acho!...este post, me encanta...jeje, un modismo murciano, de mi tierra, tiene su encanto.
Un fuerte abrazo Rafa.
Hola amigo!
ResponderEliminarGracias por compartir.....cada día se aprende algo!
Un fuerte abrazo desde Venezuela!