Escribir Por Afición es un blog personal en el que comento noticias, publico escritos o simplemente escribo sin más. ¡Espero que os guste!

viernes, 16 de abril de 2010

EL CURA QUE LE DABA AL ARPISTE.

Por mis últimos textos alguien podrá pensar que tengo algo personal contra el clero, pero no es así, “y Dios me libre”, lo que ocurre es que últimamente los siervos de Dios son noticia por activo y por pasivo; y un día sí y otro también son los protagonistas de los medios en medio mundo, y el otro medio que no habla de ellos es o bien porque no se hacen ecos de las noticias, o porque están tan acostumbrados a sus hazañas que ya ni las mencionan. El último escándalo sonado de un cura no ha sido por haberse visto envuelto en un caso de pederastia sino por “ borrachín así como lo oyen”. Un sacerdote natural de Burkina Faso, dio positivo en un test de alcoholemia en la localidad de Nuret en el sur de Francia. Con retraso y borracho como una cuba llegó al funeral que debía oficiar el capellán de la Iglesia de Saint-Jean de la pequeña localidad de Nuret, donde el religioso además de estar indispuesto para realizar sus obligaciones, terminó propinando un puñetazo a uno de los allegados de la difunta. Según todos los testigos el religioso de 46 años titubeaba y no podía articular palabra de la castaña que llevaba, pero insistía en celebrar el oficio a pesar de que los presentes en la Iglesia se oponían a ello. Era tal la borrachera del menda, que los propios empleados de la funeraria le interrumpieron el sermón y pidieron al cura que se disculpase ante la familia, pero el clérigo se negó y reaccionó violentamente lanzando un puñetazo al estilo de Chuck Norris contra un amigo del hijo de la difunta. El párroco por supuesto fue detenido por los gendarmes y deberá responder ante la justicia. “El sujeto se ve que se había bebido media hora antes toda la sangre que pilló de Cristo, y no había cristiano que lo aguantara”. El arzobispo se siente consternado por los hechos, ha pedido perdón a la familia y a la comunidad de Nuret, y asegura que tomará las medidas necesarias para que el párroco se pueda liberar de su adicción al alcohol. Esperemos que así sea y se le aplique el correctivo que merece: en cualquier trabajo actúas de tales formas y te ponen de patitas en la calle. No salga algún peso pesado del clero disculpándole y diciendo que ha sido una chiquillada, como el obispo de la prelatura de Cancún, que manifestó que hay que perdonar a los curas pederastas porque no sabían lo que hacían.


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