COMENTARIO DEL DÍA.

Una joven rusa de una ciudad al norte del país, se mete en un rincón para mear, y mira por donde ese rincón ya tenía propietario y se trata nada menos que de un oso polar. El oso ataca a la chica pero echando mano del argot taurino menos mal que hay alguien al quite que oportunamente le lanza al oso una botella, y el animal opta por la retirada. La joven parece ser que no sufre daños pero yo creo que se está meando por la cantidad de vodka que se ha cascado. Si os fijáis en las imágenes cuando la muchacha se incorpora y sale andando, no lo hace muy allá y pierde la verticalidad que es un salero, y a mi me parece que no lo hace precisamente porque lleve los pantalones bajados y le impida caminar con normalidad. Aunque también cabe la posibilidad que su comportamiento sea debido al aturdimiento que tiene por el susto que acaba de pasar. En resumidas cuentas y fuera como fuese, la cuestión es que le faltó el canto de un duro como se decía antes para que el oso le comiera todo el "potorro".