ANDAR
A LA SOPA BOBA.
En
tiempos pasados era costumbre de ciertos monasterios y
conventos repartir a mediodía, entre mendigos y estudiantes
menesterosos, escudillas de caldo salpicado con mendrugos de pan, al
que se llamaba sopa boba. A los estudiantes que sólo con eso se
sustentaban, se les llamaba sopistas, y, por extensión, el dicho de
“andar a la sopa boba”, concluyó
por aplicarse a la conducta de todo aquél que, por holgazanería,
vive regaladamente a costa de otro sin el menor escrúpulo.
ENTRE
PINTO Y VALDEMORO.
Pinto
y Valdemoro son dos pueblos vecinos, próximos a Madrid, cuyos vinos,
en otro tiempo, rivalizaban desigualmente en reputación. Un refrán
de la época lo pone así de manifiesto: “Vino tinto; si no lo hay
de Valdemoro, démelo Pinto”. Es fama que de esta pugna competitiva
proviene el dicho de “estar entre Pinto y Valdemoro”,
con el que se da a entender,
según los casos, bien que alguien está medio borracho, bien que
vacile entre dos opciones o puntos de vista.
CAMBIAR
LA CHAQUETA.
Durante
los días de las llamadas guerras de religión, promovidas con motivo
de la Reforma luterana, se hizo usual que los partidarios de cada
facción, para distinguirse externamente de sus adversarios,
vistiesen casaca o jubón de color y traza diferentes. Dado que el
forro de estas prendas era, por lo general, de color distinto, en
determinadas circunstancias los parciales de uno y otro bando, bien
para desorientar al adversario, bien para hacerse pasar por
correligionario cuyo, volvían las casacas del revés. A esta treta,
muy usada por entonces, se llamó volver la chaqueta. Andando el
tiempo, con sentido análogo, el dicho se transformó en “cambiar
la chaqueta”, que hoy
utilizamos para apostrofar a quien, a favor de las circunstancias,
muda repentinamente de opinión o de actitud política.
TENER
MUCHOS HUMOS.
Entre
los romanos distinguidos era costumbre inveterada adornar el atrio de
las viviendas con los bustos y retratos de toda su ascendencia, los
cuales, por efecto del humo y del paso del tiempo, adquirían una
coloración oscura, de la que los moradores solían ufanarse tanto
más cuanto más intensa era esa pátina de ranciedad. De ahí
procede las expresión “tener muchos humos”,
que hoy aplicamos análogamente para afear la actitud de quien se
conduce con engreimiento y presunción inmoderada.
AHÍ
ME LAS DEN TODAS.
Se
cuenta que un alguacil, por orden del juez, fue una vez a ejecutar un
mandamiento. Sucedió, sin embargo, que las cosas se le pudieron
cuesta arriba, y en lugar de cobrar la multa que pretendía, cobró
dos rudos bofetones. Confiando en mover la cólera del juez contra el
agresor, regresó al juzgado, relató a su superior lo sucedido y
acabó por decir que los bofetones de marras, bien mirados, se los
habían dado a él, al señor juez, en su propia cara. El juez,
hombre de buen humor sin duda, le oyó pacientemente y vino a decir:
Cierto. “Pero ahí me las den todas”. La
frase, con análogo sentido socarrón, se utiliza comúnmente para
dar a entender que a uno le son indiferentes los reveses y desgracias
ajenas.
VISTEME
DESPACIO QUE TENGO PRISA.
El
emperador Augusto solía exhortar así a sus servidores: Apresúrate
lentamente. Este sabio consejo mantendría, bajo diversas variantes,
plena vigencia a través de los tiempos, de tal manera que una de
ellas “Vísteme despacio, que tengo prisa”, suele
atribuirse indistintamente a los monarcas españoles. Carlos III y
Fernando VII. Sea como quisiera, la frase ha pasado al dominio
público para encarecer a otro que proceda con sosiego en la
ejecución de algo delicado, puesto que el apresuramiento, lejos de
abreviar, suele entorpecer y aun malograr los mejores propósitos.
Yo creía, que la última era de Napoleón.
ResponderEliminarBss
Me encanta saber de esto, la última se la atribuyen a Napoleón, un abrazo!
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ResponderEliminarMe encantan estas definiciones que haces de expresiones tan antiguas.
Sin embargo, hace unos días, pocos, oí otra versión bien distinta de "Entre Pinto y Valdemoro", en la que el protagonista era un borracho tambaleante en la frontera de los dos pueblos. ¡Quién sabe!
Besos.
Por suerte para tus amigos siempre estás buscando algo para nuestros deleites.
ResponderEliminarSaludos
en cuba se usaba mucho el último que describes... vísteme despacio que tengo prisa.
ResponderEliminarel de la chaqueta lo conozco pero con otras palabras... ESTE CAMBIA DE IDEA CADA VEZ QUE MEA.
UN ABRAZO AMIGO
CARLOS
Bastante entretenido las anécdotas que dan origen a estos refranes.
ResponderEliminarAbrazos Rafa!!!
Me han gustado todas tus explicaciones, están muy bien descritas.
ResponderEliminarLa verdad es que esta muy bien conocer el origen de nuestros dichos populares tan famosos.
Y de paso aprender un poco de historia.
Besos.
La del juez es genial, jajajjajaa
ResponderEliminarSaludos.
Aparte del último, sólo conocía el de "tener muchos humos", que por aquí se sigue diciendo.
ResponderEliminarSiempre se aprenden expresiones nuevas, aunque en realidad son bastante antiguas.
Rafa, un gran abrazo.
Yo no sabia el origen del "ahí me las den todas" y lo de "vísteme despacio que tengo prisa" siempre se lo atribuí a Fernando VII.
ResponderEliminarBesos
Jejeje. Son buenísimas todas pero la del juez es lo más.
ResponderEliminarBesos.
Pues gracias por culturizarnos, buen hombre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafa, muy buenas todas, no veas como aprendemos y refrescamos la memoria.
ResponderEliminarBesos
"Visteme despacio que tengo prisa " me l decía mucho mi abuelita, graciasss por compartir y graciassss por tu apoyo a mis letras besos amigo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSon increíbles como se originaron esas frases dichas por todos, desconociendo su origen... Todo tiene su principio, y además en muchos lugares se utilizan diferentes frases hechas, para decir una misma idea... y eso sí que es maravilloso, por la riqueza léxica que tiene nuestro idioma.
ResponderEliminarGracias por tu información, muy curiosa y muy documentada.
Un abrazo
Como voy tan retrasada, me ha dado un paseo de abajo a arriba y me lo he leído casi todo. Entre las torrijas, las palabras de jerga y los dichos, creo que me has acertado todas las elecciones. Ya he sacado el pan para hoy...
ResponderEliminarPido receta de las migas, o está en las javirecetas???
Beset carajillet per després.
Siempre me hizo mucha gracia la de entre Pinto y Valdemoro...pero desconocía el origen.
ResponderEliminarOyes, que aprendí mucho hoy.
Besos, Rafa.
Todas me han parecido interesantes definiciones, eres un crack. abrazos.
ResponderEliminarUnos dichos muy comunes de los que no sabia nada sobre sus origenes,gracias Rafa por ponerme al dia con estas anecdotas,muy interesante tu entrada,besis amigo
ResponderEliminarLa más interesante de hoy me pareció la de TENER MUCHOS HUMOS.
ResponderEliminarQuizá por la frecuencia de su uso últimamente.