COMENTARIO DEL DÍA.

Esta mañana he ido a la revisión médica anual de esas que te obliga la empresa. Hace años no iba, pero ahora obligan, y si él médico me ha medido bien, porque una vez al muy tonto se le fue el medidor ese de la cabeza, y el resultado fue que media seis centímetros menos porque del impacto me encogí ya que casi me abre una brecha: resulta que mido dos centímetros menos que cuando hice el servicio militar, claro de eso ya hace muchos años y con la edad encojemos. Como siga perdiendo estatura, cuando sea viejo si llegó, mediré menos que un bote de Coca-Cola. Así que sólo me quedará baboseo y muy mala leche, contando que llegue a cobrar pensión, porque tal y como vamos ya veremos si cobramos algo. Y ahora faltan los resultados de la analítica y diagnostico total. Siempre lo mismo: colesterol alto, triglicéridos por las nubes, perdida de vista y medio sordo. “Oiga dígame usted algo bueno”. Bueno ya me lo ha dicho, tensión bien y el electro ese o como carajo se llame creo que también ha salido bien. Además el galeno ha sido muy curioso y me ha untado un gel en los pelos, para que las ventosas se pegaran bien, y al despegarse no me hicieran pupita, ya que una vez en la Seguridad Social no me untaron nada, y dijo él médico que estaba muy mal de lo mío. Como no iba a estar mal, si así en seco del respingo que di, me iban a sacar el esternón por los ojos: “So mamón”.