COMENTARIO DEL DÍA.

Las autoridades rusas están investigando a unos trabajadores de una fábrica destinada a la elaboración de quesos, a los que se les acusa de bañarse empelotas en un tanque de leche: “y que”. A saber lo que hacen en muchos restaurantes antes de servirnos la comida. Yo trabajé en una fábrica de productos higiénicos, y la orden que teníamos antes de empaquetar los cepillos de dientes, es que los trabajadores nos laváramos los dientes para comprobar si las cerdas eran lo bastante resistentes, y así si pasaba el control de calidad. Y hasta hace cuatro días para elaborar el vino la uva se machacaba con los pies, que había que ver los pies de mierda que tenían muchos antes de meterse en faena. Cuando esos quesos salgan a la venta y lleven pegados “cascarrias” y “pelos cortos y negros” como el azabache, entonces es cuando se deberán tomar medidas disciplinarias contra esos trabajadores. Pero hasta entonces no veo que hayan cometido delito alguno contra la salud pública. Que más dará que esos quesos hayan sido rebozados previamente entre “sobaqueras”, “pirindolas” y “pelotas”.