Si la caridad cristiana empieza por uno mismo, la Iglesia
Católica siendo una de las instituciones más ricas del mundo debería predicar
con el ejemplo, puesto que es mucho más lo que reciben que lo que ofrecen.
El único trabajo deshonroso del mundo es el que se afanan en
emprender la mayoría de los empresarios para engañar a los trabajadores.
Si no quieres que tus herederos se peleen por la herencia,
déjales un pico y una pala y mantendrás a la familia unida.
En este país unos quieren se monárquicos y otros
republicanos: a mí me gustaría ser gobernado por una comisión del pueblo que
estuviera encabezada por once enanos cabezones, cachondos y borrachos y el país
imaginario y fantástico sería el “Ataque de los hombres Lentejas”.
Mírate tú joroba antes de reírte de la de los demás, lo ideal
es que te rías primero de tu propia giba.
Dice el dicho que cada uno tiene lo que se merece; si fuera
verdad los buenos siempre obtendrían su recompensa y los malos recibirán su
castigo, pero esto salvo raras excepciones no se suele dar. Los dichos y
expresiones no siempre se ajustan a la realidad. Quizás antaño tendrían más
sentido, pero ahora más de uno los deberían modificar.
Prefiero al amigo simple, ingenuo y bonachón: que al culto,
inteligente y cantamañanas.
Cuando uno abandona la vida laboral ya vive de prestado como
decía mi suegro y tenía razón: quien no tiene un pito tiene una flauta, y quien
no tiene ni una cosa ni la otra su afición por la música no le tardará en
llegar.
Las navidades son unas fiestas fantásticas, yo el día que
espero con más júbilo es el siete de enero.
Algo está sucediendo y muy grave cuando la gente está votando
a los partidos políticos de la ultraderecha. La ignorancia es muy atrevida y quién
no conoce la historia, nos puede conducir a un callejón sin salida.
Si la muerte no es el final como hay gente que lo afirma, yo
preferiría no morirme en esta vida, y esa experiencia que la vivan otros.
Como no tengo nietos no los echo de menos; ya tengo una azada
pequeñita que me regalo mi abuelo que tiene la friolera de cincuenta y nueve
años. Así que aunque tuviese nietos, como no creo que viviera hasta que ellos
tuvieran cincuenta y nueve años, me quedo la mar de a gusto con la azadita que
me regalo mi abuelo.
Por prescripción facultativa no puedo estar mucho rato de
pie, ni sentado ni acostado: así que he descubierto que como mejor me encuentro
es de rodillas y con los brazos en cruz.
A todos los malos los tenían que enterrar bocabajo, así si un
día resucitan antes de levantarse que les den por culo.
Dicen que los ángeles no tienen sexo, por eso será que a los
curas pederastas les gusta a partes iguales tanto la carne como el pescado.
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