COMENTARIO DEL DÍA.

Un hombre atropella a un ciclista y circula con él durante seis kilómetros. Una cámara de tráfico brasileña captó el siniestro momento. El pedazo de ceporro circula con la persona muerta pegada al parabrisas, y no se detiene hasta que un motorista no se cruza en el camino y le llama al orden. Supongo que le diría: “ So tonto que eres muy tonto, que llevas un fiambre en la luna delantera”. Cuando llega la policía lo detienen y lo meten en el maletero como a un gusano. Dicen que estaba borracho, pero yo no creo que este pajarraco fuese bebido, ya que por muy castaña que uno vaya si se te queda una persona incrustada en los cristales del coche lo ves cojones, que se trata de un hombre, no de una avispa. Este tiparraco a saber lo que se había metido en el cuerpo, pero desde luego sólo de vino blanco dudo mucho que anduviese. Ahora hay drogas tan mortíferas, que hay gente que las toma, y los efectos tan horribles que provocan es matar a otra persona y comérsela. Y lo que más llama la atención del caso, es que no se trata de ningún chaval, por aquello que decimos en ocasiones, de que la gente joven está más ida. El borrego este del siniestro es un tío talludito. Pero lo más repulsivo del suceso, es ver como un grupo de personas se acerca al lugar de los hechos con los móviles para grabar al interfecto: Ya no está quedando ni humanismo, ni civismo, ni respeto ni sensibilidad ni nada de nada. El vídeo puede verse tranquilamente, ya que no sé, si será casualidad, o hecho adrede para que las imágenes no resulten desagradables, el cadáver no se ve en un primer plano, al quedar tapado por una señal de tráfico.