COMENTARIO DEL DÍA.

El lunes os visito; llevo un día que para mi se queda y todavía estoy a mitad de los quehaceres Me he levantado a las 12:00 del mediodía, he tenido que desayunar deprisa y corriendo: primero para que no se me juntara con la comida, y segundo porque a la 13:00 horas había quedado con un amiguete para tomar el aperitivo. A las 14:30 de la tarde tocaba la comida, luego he descansado un poco en el sofá, pero como estaba destrozado el sueño me vencía, así que me he dicho “esto no es marcha que me voy a poner malo”. Me he ido a la cama a echarme la siesta, y me he levantado a la 19:00 de la tarde. He merendado un vaso de café con leche y cuatro magdalenas, y me he marchado a toda leche a comprar a la tienda de chinos un paquete de bolígrafos, que por un euro entra media docena, después a por tabaco que a las 20:00 horas cierra el estanco. Acabo de llegar a casa, y me he tomado un café, ya que me notaba algo nervioso. Ahora dentro de un rato, otra vez tengo que salir pitando, ya que de las 21:00 hasta las 22:30 horas toca clase de piano con Rosario, mi profesora. Esto del teclado se me da bastante bien, y ya estoy en el nivel cuatro. Cenaré sobre las 23:30 horas, y me sentaré un rato a ver que tonterías dice la televisión. Y ya para rematar el día a las 01:00 de la madrugada tenemos reunión de vecinos. Las hacemos siempre tan tarde porque como nos solemos pegar, nos gusta estar a todos. Así que fijo que acabo reventado, un día desde luego para olvidar. Y todavía me queda por delante el fin de semana para batallar con los pavos.