Mucho se ha tergiversado la
historia de Espartaco, y se han contado tantas mentiras y patrañas, que hasta
el propio Jesucristo se interesó por la vida de este hombre, a los que muchos
consideran uno de los primeros y grandes comunistas, pero ni a Dios le supieron
explicar toda la verdad, porque el
asunto estaba más liado que la pata de un romano. Algunas cosas de lo que los historiadores han
escrito de él, son ciertas, pero otras lo que han hecho ha sido rellenar hojas y papeles sin tener idea de lo que fue
su vida. Espartaco nace entre los años 70 y 90 más o menos antes de Cristo, que
más dará unos años arriba o abajo. Y no nace en Tracia ni mucho menos; nace en
España en concreto Rioseta (Huesca). Yo estuve durante el servicio militar un
mes de maniobras en el campamento militar de Rioseta, y me empapé bien de su
verdadera historia. Su nombre real era
Leandro de los Santos Cifuentes del Hoyo; Espartaco era para abreviar, porque
su abuelo, era de Espartinas (Sevilla). Su padre se llamaba Leandro, y la madre
Ofelia. El padre cuando el tiempo lo permitía se dedicaba a la labranza, y la
madre adiestraba patos. Pero el invierno en aquella época en Rioseta, era muy
duro; nevaba mucho y hacía mucho frio, así que el padre se entera de que en
Marsella pagan muy bien por recoger almendras, y coge a Espartaco que tenía
seis meses, lo monta en una vaca suiza, y emprende viaje a tierras
francesas, pero doce kilómetros antes
de llegar a Marsella, coge la gripe española y la casca. Cuando el padre muere
Espartaco se cae de la vaca, y mira por donde pasa por allí un contrabandista
de navajas albaceteño con su mujer, y ven a la pobre criatura llorando jodido
de frió y hambre. La mujer del albaceteño se saca la teta; Espartaco le pega
cuatro chupetones, sonríe y se reanima. El
manchego de las navajas le da un navajazo a la vaca y la mata para que
no sufra de pena cuando se lleve a Espartaco. Monta al niño en una de las
cabras que llevaban con unas enormes alforjas colgando repletas de navajas y
cortaúñas, y emprenden el camino. Al manchego se le enciende la bombilla, y le
dice a la mujer que lo podían llevar a Capua, a la escuela de gladiadores de
Léntulo Batiato, que seguro que les daban una buena pasta por él. Y la mujer le
dice que ha tenido muy buena idea, ya que el contrabando de navajas anda de
capa caída, y por no tener, ella ya no
tenía ni para comprarse bragas, y ya llevaba siete meses con el chocho al aire.
Así que llevaron al niño y se lo vendieron a Léntulo por doce sestercios, al
cambio de ahora, uno siete euros, que para la época estaba muy bien. En la escuela de Léntulo Batiato el oscense crece sano y fuerte, y a los 20 años ya era un
experto luchador; se hace un gladiador de tal pureza y casta que antes de
cumplir los 25 años, ya había degollado en la arena a más de 50 hombres.
Entonces era costumbre de que a los gladiadores vencedores de los combates, les ofreciesen mujeres para que tuviesen encuentro carnal, pero a Espartaco le
pasaron una en uno de sus primeros combates que no le gustó, porque era fea
pero muy fea, y él dijo que no era un animal; aquello lo marcó tanto que
resultó un tremendo varapalo, y hasta los 67 años no tuvo su primera relación
sexual. Es cierto que en esta etapa de
su vida fue esclavo, pero le sirvió para hacerse todo un hombre y muy diestro
con la espada corta. Tuvo combates muy duros en la arena, con gladiadores muy
bragados, pero no sufrió ni una sola herida. En cambio en un torneo amistoso
que se celebró a orillas del Vesubio, un soldado napolitano llamado Rufo, por
error le clavó una espada en el culo, perforándole el intestino grueso, y
aquello sí que le dio la lata, ya que durante siete años, cada cinco minutos se
tenía que estar bajando del caballo porque se cagaba vivo. Cuando el padre de
Pompeyo se enteró de que a su gran amigo Espartaco le habían hecho tal putada,
mandó que arrestasen a Rufo, le dieron doscientos latigazos y fue suspendido de
empleo y sueldo once años. Pero la etapa de Espartaco como gladiador estaba
tocando su fin. Un día le pusieron de
comer garbanzos, y a pesar de que eran garbanzos de Logroño estaban más duros
que una piedra; tiró uno al suelo y el garbanzo botaba: Espartaco se enfadó
mucho y cogió al cocinero por el pescuezo y lo ahogó en la olla hirviendo de
garbanzos. Ya se tuvo que largar de allí con unos colegas y buscarse la vida
como pudieron. Pero como un gladiador valía por siete romanos, se tapaban la
cabeza y asaltaban en los caminos las caravanas de los ricachones patricios.
Espartaco estaba obsesionado por buscar una salida al mar, con la idea de
marchar a Creta para montar una factoría de sandalias romanas, pero los piratas
fenicios, lo engañaron, no le ofrecieron los barcos que esperaba, y tuvo que
vérselas a cara de perro con más de 100.000 soldados, pero no eran romanos ni
cojones. Eran unos vikingos noruegos que les quisieron robar las alpargatas,
pero Espartaco con la mitad de hombres les hizo frente, y les cortaron a todos
los vikingos las piernas y los brazos, los dejaron con el tronco y la cabeza,
hasta que todos esos canallas murieron de sed y hambre. Cuentan que el general
romano Craso, lo crucificó a él y a otros 10.000 colegas suyos en la Vía Apia; “mentira
cochina”. Espartaco y Craso se llevaban de puta madre, es más durante una larga
temporada, los dos se dedicaron al estraperlo, y solamente discutieron un día
merendando en un río, apostándose quien la tenía más larga: Se la sacaron y en
este caso ganó el romano, ya que su espada era más larga. Espartaco fue muy
longevo, vivió hasta los 113 años, y murió de un atracón de albóndigas picantes
que le sirvió una bella patricia romana. Nunca las había comido, y cuando las
probó exclamó: ¡joder que bueno está esto, acércame la olla! se lió a comer y
reventó. Para que no se supiese que Espartaco murió de esa forma tan
desafortunada y mantener el ídolo y mito de
masas vivo, nadie supo donde fue enterrado hasta quinientos años
después. Un día un arqueólogo siciliano, escarbando un montón de tierra,
encontró sus restos óseos; midió la calavera y las costillas y dijo:- No cabe
la menor duda son los restos de Espartaco.- Desde entonces el Gobierno aragonés,
y el romano, andan a la gresca por los huesos de Espartaco. Los romanos quieren
que se queden en su tierra y el Gobierno de Aragón dice que sus restos deben
descansar en Rioseta, donde se halla también la tumba de un hermano suyo
sordomudo al que nunca llegó a conocer.
MADURAR
Hace 4 horas
GRACIAS A TODOS POR LOS COMENTARIOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Rafa.. Estoy muy interesado, de donde has sacado esta biografía tan extensa y minuciosa de Espartaco ( Leandro de los Santos Cifuentes del Hoyo)de Rioseta..
ResponderEliminarEs una historia tan interesante, que merece estar en los libros de historia, no solo de Huesca, si no de todo el mundo, mundial, incluso, hacer una versión digitalizada, para mandarla en un cohete espacial a la luna o el universo, así en el futuro cuando los astronautas sean simples turistas espaciales, puedan informarse fehacientemente de la historia de este vecino de Rioseta..
También que sirva de promoción del pueblo, así cuando los madrileños, vayan a esquiar a Candanchu, puedan visitar el pueblo, que imprescindible, le ha de hacer una estatua a Leandro..
!Bueno no se si a Leandro, o es a ti que le tendrían que hacer una estatua, por el gran descubrimiento..!!
Abrazos....
Parece una clase en la universidad
ResponderEliminarSentada en primera fila te leo escucho al leer tus palabras...miro tu fot
Muy bueno ¿das calificacionnes?
besitos desde el otro lado de la vereda
Jajajajaja, vaya tela, jajajaja. Me he descojonado viva. Soy tan ingenua que al principio me había tragado que nació en España ,jajaja pero ya al meter Albacete por medio.. jajaja. Me meo, Rafa, me he meado. Buenísimo
ResponderEliminarBesos
Como que no le ibas tú a poner tu granito de arena a la historia, jajajajaja. Muy bien RAfa
ResponderEliminarAhora sí que estoy confundida, mira por donde que en mi ausencia han pasado tantas cosas por tu espacio...
ResponderEliminarPero la más asombrosa y jocosa es la historia de Espartaco, siempre creí que
Espartaco era originario de Tracia nacido el 113 a. C. (se cree que nació en la localidad de Sandanski), en la actual Bulgaria. Y otras cuantas cosas más.
Pero esta tu auténtica historia de la wikipedia libre Rafa, me ha conmovido y convencido de que en Aragón nació un gran Espartaco.
Nunca tu imaginación mengüe y nunca tu buen humor te abandone, gracias por estos raticos de risas y carcajadas, son una buena terapia, sobre todo estos días.
Fue intervención mayor, de dolorosa y larga recuperación, pero con raticos como este, se siente uno mucho mejor.
Un abrazo
Ambar
Los arqueologos con un trozo de diente te descubren animales ...
ResponderEliminarMe gusta mucho más esta versión de la historia de Espartaco al menos es más divertida y con final feliz......tendrían que hacer una nueva peli pero siendo tú el guionista ¿quién se perdería una película así? yo desde luego no.Gracias por el buen rato que me has hecho pasar.Saludos
ResponderEliminarSiendo así las cosas, hasta me atrevo a pensar que si seguimos escarbando en la historia, los que descubrieron a Europa fueron los Suramericanos.
ResponderEliminarAbrazos.
Se me olvidó decir antes que si la morcilla es de Burgos mejor que mejor:-)
ResponderEliminarTu versión de la historia de Espartaco supera a la de los grandes estudiosos del tema.
ResponderEliminarNinguno supo aportar los detalles de la adopción del vendedor de cortauñas ni de su mala experiencia sexual que lo llevó a la abstinencia.
Felicitaciones, Rafa, sos un historiador muy imaginativo.
Abrazo fuerte y gracias por las afectuosas palabras que me dejaste en el blog.
La verdad es que has escrito un tema apasionante para una nueva peli, claro que Kirk Douglas está ya un poco mayor para volver a interpretarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya vaya! por fin la historia como es!!!
ResponderEliminarjajajaja
besitos Rafa!
jajajaja Me he meado por las patas abajo...jajaja
ResponderEliminarY eso que se te olvidó indicar que fue un gran amigo de Labordeta que le enseño a cantar, poco después Franco lo hizo jefe de centuria de la falange y se montó en el avión de su hermano para ir a no se donde, por cierto, le encantaban los cortauñas de Albacete...jajaja
Gracias Rafa, me has alegrado la tarde!!
Salud y abrazo
No conocía esta historia de Espartaco.
ResponderEliminarEs una versión muy interesante.
Me ha encantado aprender más .
Un besote.
Un poco de historia relatada en un sentido de toques de humor siempre va bien leerla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Doy fé de todo lo que cuentas pues es tal como sucedieron los hechos, lo leí traduciendo "La Guerra de las Galias", de Julio Cesar, era un capítulo que se titulaba "Espartacus mortus est", y empezaba con aquello de Galia est divisa in partes tres...
ResponderEliminarArmaste el taco, con lo de Espartaco...Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno Rafa jajaja quien la tenia mas larga...
ResponderEliminarMe has hecho recordar con Espartaco, que mi vecino Paco, malagueño, trabajo en la provincia de málaga, haciendo un papel de gladiador romano en Espartaco.
Ave cesar! nos faltan centuriones, poneos los tirantes leches!!
Menos mal que por fin la verdad sale a la luz.
ResponderEliminarGracias Rafa.
Hoy el mundo es más transparente gracias a ti, jajajjaa
Saludos.
Toro me robó el comentario jajajaja
ResponderEliminarbesos Rafa ¡¡
Verdaderamente,tu humor y fantasia sigue aumentando para bién de tus seguidores
ResponderEliminarLa mujer del albaceteño sacándose la teta...qué ternura,como el resto de la historia...
ResponderEliminar:P
Besos.
jaja HOla Rafa inventas empeizas muy serio jaja como que de Huesca ?? qué se fumó Rafa , bueno amigo nos haces reir mil gracias te esmeraste no? con ensañaste con la pluma ajjajaja, muy bueno besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarVaya!!! Menuda clase de historia!!!
ResponderEliminarTe confieso que cuando vi la entrada pensé... ofuuuu hoy va la cosa de gadiadores. :)
Pero me has sorprendido gratamente, algunas cosas ya las sabía.. otras no...
Un beso Rafa!!
:)
ohh y pensar que para mí Espartaco no pasaba de ser un personaje de ficción
ResponderEliminarvaya tela te has mandado Rafa
abrazos
Rafa:
ResponderEliminarCómo me has sorprendido con esta magistral clase de "historia" que nos has dado, vaya severa investigación la que has hecho para determinar que Espartaco, en realidad era español, joder, ya hacías falta tú para esclarecer esos engaños de los historiadores. Estoy seguro que tu amigo el cura te ayudó a escarbar en los anales de la historia para darle un giro bárbaro a lo que nos han hecho creer, jajajaja.
Eres genial amigo mío, tu capacidad de humor no tiene limites!!!
Un abrazo.
Jajajaja, ay que me troncho. Pero bueno Rafa, ¿cómo tienes tanta imaginación y tan ingeniosa?.
ResponderEliminarMe divertí leyéndote.
Un abrazo.
Alaaaaaaaa Rafa, pero si eres un crack...
ResponderEliminar¡Vaya vuelta que le has dado a la historia!!!
Y estoy convencida que esta es la auténtica, tan calladitos ellos, como siempre los historiadores tirando p'a casa, ocultándonos tantas y tantas cosas, entre otras que Espartaco y Craso eran contrabandistas, jajajaja, me has dejado anonadada Rafa. Te felicito.
Pero me voy al curro que llego tarde, y verás, verás...
Besos.
Muy bueno si.
ResponderEliminarAquí hay una expresión que se dice..''soy der taco es parta o'', cuando uno tiene pasta...
Beso
Me parece interesante la historia de su hermano. Besos.
ResponderEliminarJajajajaja, claro hombre, ya era hora que alguien nos cuente la verdadera hitoria.
ResponderEliminarGenial.
Con tanto ingenio no te puede costar trabajo ser feliz, Amen. Y fuerte abrazo.
Jajajajaja, claro hombre, ya era hora que alguien nos cuente la verdadera hitoria.
ResponderEliminarGenial.
Con tanto ingenio no te puede costar trabajo ser feliz, Amen. Y fuerte abrazo.
jajajajaj!
ResponderEliminarEsto es para leer y gozar riendo! Gracias mi apreciado compañero por estos instantes de gozada!
ResponderEliminarBesos
JAJAJAJAJAJAA
ResponderEliminarEn serio?
No puedo añadir nada a tu extensa sabiduría. Me parto.
:D
Más besos.
Oyeeee!!! casi, casi como Cervantes...
ResponderEliminarSonrío.
Me encanta esta peli, Espartaco es una de mis 10 pelis en la historia del cine.
Ni imaginarías por qué...
Besos, Rafeta.