COMENTARIO DEL DÍA.

Un mejicano avisa a emergencias diciendo que mientras dormía le han metido una botella por el culo. Efectivamente cuando acuden los sanitarios y se asoman al recto ven que el tío tiene una botella metida hasta el corvejón, y venga meneo y tirones de aquí para allá  pero no se la pueden sacar porque le había hecho ventosa, así que lo tuvieron que trasladar hasta el hospital y allí a base de mucha paciencia y vaselina, la botella salió del culo acompañado de un fuerte estruendo como cuando se descorcha una botella de champán. El hombre no quiso presentar denuncia porque en realidad dijo que no sabía lo que había pasado. "Vamos que se meten en tu casa, van hasta tu cama, te meten una botella por el culo dormido y no sabes nada; el asunto no cuela, pero en fin es lo que dijo. Pero vamos sea como fuere, en estos casos las justicia mejicana es intratable. Hace seis meses en el estado de Chiapas un marmolista fue a casa de un cliente para hacerle una reforma en la cocina, el cliente no quedó satisfecho con el trabajo realizado y se negó a pagarle, por lo que se enzarzaron en una discusión y en un momento dado el marmolista le pegó un golpe seco en la nuca que dejó al cliente inconsciente, cosa que este aprovechó para abrir la nevera, sacar un salchichón de dimensiones considerables y se lo metió por el culo. Por supuesto la cosa acabó en los tribunales, y el juez instructor del caso fue implacable con el castigo del  marmolista, ya que el veredicto fue que en presencia del abogado, el ultrajado cliente y el propio magistrado, el marmolista se tuvo que comer cortado a rodajas el salchichón que le había metido por el culo al cliente.