COMENTARIO DEL DÍA.

Un japonés roba doscientos sillines de bicicleta porque “olían a chocho”. El tío lascivo y calentorro confesó a la policía: “Me gusta olerlos y su textura de cuero, que huelo y lamo”. El muy capullo ha cometido un delito, cuando hubiese sido mucho más fácil acercarse al mercado al puesto de quesos , y muy amablemente, con educación y correcto, decirles a las marías que esperan turno: -Por favor señoras perdonarme, no pretendo haceros nada, ni pongáis el grito en el cielo, considerarlo como un simple acto de caridad, pero: ¿Os podéis subir las faldas, y bajaros los pantalones, para que os huela el chocho?...Ahora casi seguro que el tonto va a la cárcel, cuando con buenos modales, cortesía y civismo igual tiene suerte y se olisquea una docenas de mejillones por el morro y “aquí paz y después gloria”. Que ganas de complicarse la vida, cuando en muchos casos tienes la solución a la vuelta de la esquina. (Leer enlace) (Disculpadme sobre todo las damas, si soy muy chabacano y marrano, pero no puedo con el diablillo que llevo dentro, y eso que lo intento).